Descubrir la selva valdiviana

 


Como su nombre lo indica, este circuito está estructurado en torno a siete lagos de extraordinaria belleza: Calafquén, Panguipulli, Riñihue, Pullinque, Pellaifa, Neltume y Pirehueico. El paisaje se caracteriza por la presencia de exuberantes bosques de selva valdiviana y tiene como figura principal al volcán Mocho Choshuenco, donde se pueden realizar distintas actividades invernales. Con una marcada identidad cultural mapuche, un pasado histórico ligado a antiguos puertos madereros y una gran variedad de centros termales, esta región además se ha ido desarrollando como nuevo gran destino turístico del sur de Chile, gracias a atractivos naturales como la Reserva Biológica HuiloHuilo, importante centro de biodiversidad y endemismo.

Este bello circuito –que, efectivamente, pasa por Sietelagos- coincide con la entrada a la Región de Los Ríos, territorio formado por un apretado conjunto de ríos y lagos que se conectan entre sí formando una intrincada red hidrográfica. Una particularidad es que su hoya hidrográfica nace en parte en Argentina, en la cuenca del lago Lácar, cuyas aguas en vez de fluir hacia el oriente, como es la norma de los ríos que nacen en territorio argentino, drenan hacia el oeste, entrando a Chile por el lago Pirehueico. El circuito Sietelagos, además, presenta una exuberante selva tipo valdiviana, donde predomina el bosque caducifolio andino, que va acompañando todo el recorrido. En cuanto a su localización, abarca la gran comuna de Panguipulli y algunos sectores de Villarrica y Los Lagos, pasando por pueblos que tuvieron su desarrollo a comienzos del siglo XX gracias a la explotación y comercio de la madera. Sus límites aproximados son: al norte, la ciudad de Lican Ray y el lago Calafquén; al sur, la Reserva Huilo Huilo; al oeste, la ciudad de Panguipulli y el lago Riñihue; y al este la frontera con Argentina, por los pasos Carirriñe y Hua Hum. LA BASE: LICAN RAY Clásico balneario lacustre ubicado en la ribera norte del lago Calafquén, cuyo origen se remonta a la década de 1940, cuando se comenzó a construir como aldea de abastecimiento y servicios de las comunidades mapuche residentes en el área. En 1958, el Estado expropió la aldea, cuyas casas serían inundadas por la construcción de la central hidroeléctrica Pullinque. Tras el terremoto de 1960, que fue devastador para la zona, las tierras no inundadas por la represa fueron la base para crear un balneario de pequeñas cabañas, que hacia 1986 recién tomó fuerza gracias al abastecimiento de agua potable. Hoy Lican Ray es un epicentro veraniego, gracias a sus playas de arenas negras rodeadas de vegetación, aptas para el baño y donde se realiza una gran variedad de actividades náuticas, además de turismo rural. Entre sus sitios de interés destaca la costanera Cacique Manquel, que bordea la bahía. Aquí está la Playa Chica, perfecta para la natación. Por este paseo costero se puede llegar a la península El Promontorio, un parque natural cubierto de bosque, con coníferas y árboles nativos, que tiene dos miradores panorámicos hacia el pueblo, el lago Calafquén y sus islas. Hay un sendero patrimonial que permite recorrerlo a pie. Al otro lado de la península esta la costanera Cacique Punulef, cuyo hito es la Playa Grande, flanqueada por árboles. La ciudad cuenta con una buena variedad de alojamientos, restaurantes (concentrados en su mayoría en la Av. General Urrutia) y otros servicios turísticos.

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