Vuelta al gran lago y sus islas

La aventura de rodear completamente el tercer lago más grande de Chile es, ciertamente, memorable: aquí es posible descubrir algunos de los balnearios lacustres más exclusivos del país, bellos campos ganaderos, exuberantes bosques de selva valdiviana, acantilados y miradores hacia islas, saltos de agua y montañas nevadas. Todo a través de un camino completamente pavimentado que atraviesa pueblos y rincones llenos de historia, que remiten a un valioso patrimonio ferroviario y al paso del célebre poeta Pablo Neruda por la zona. LA BASE: FUTRONO Desde el norte, el punto de entrada sugerido es la ciudad de Futrono, que está 54,8 km al sureste de Los Lagos, tomando la Ruta T-55 desde la Ruta 5 Sur. También se puede llegar a Futrono desde Reumén, localidad al sur de Los Lagos, por la Ruta T-625. Finalmente, si se viene bajando por la Ruta Escénica Lagos & Volcanes, a Futrono también se puede llegar por caminos interiores desde Panguipulli . Desde el sur, se puede entrar a este circuito desde la ciudad de Río Bueno, que está 38,2 km al norte de Osorno, por la Ruta 5 Sur. En Río Bueno hay que tomar la Ruta T-85, que conduce al pueblo de Lago Ranco, en la ribera suroeste de este lago.

El lago Ranco es parte de un sistema de lagos andinos de origen glaciar. Sus aguas provienen de una extensa hoya hidrográfica que nace principalmente en laderas y cumbres andinas, a través de sus principales ríos afluentes: Nilahue, Caunahue y Calcurrupe. Este último trae las aguas del Maihue, lago ubicado más al interior cordillerano. El lago Ranco desagua finalmente al mar por el caudaloso río Bueno, después de un largo recorrido cruzando el valle central. La cuenca del Ranco estuvo poblada desde tiempos prehispánicos por los huilliche, que en lengua mapuche significa “gente del sur”. Su antiguo asentamiento en el área, que data de al menos 2.000 años, se expresa en la nutrida e interesante toponimia que tienen todos los pueblos y sectores del lago: Ranco, Llifén, Futrono, Rupumeica, Carrán y Riñinahue, entre otros (ver diccionario en página 38). Esta zona de desarrolló a partir de 1928, con la construcción de una red ferroviaria entre Cocule (La Unión) y Lago Ranco, iniciativa de los primeros colonos alemanes que se instalaron en la zona. Desde entonces, la población se dedicó preferentemente a la explotación maderera, que era transportada no solo a través del ferrocarril, sino también en barcos a vapor que arrastraban lanchones con madera desde distintos puntos hasta el pueblo de Lago Ranco, donde finalmente salían en tren hacia el centro y sur del país. LA BASE: FUTRONO Emplazada en la ribera norte del lago Ranco, es el epicentro turístico para recorrer toda esta cuenca. Antiguo territorio mapuche y puerto de embarque de productos madereros, hoy se trata de un pintoresco pueblo de alrededor de 14.000 habitantes que cuenta con una buena variedad de alojamientos y restaurantes, además de una reputada fabricación de muebles de diseño y diversas artesanías en lana y madera, que se ofrecen especialmente durante las ferias costumbristas de enero y febrero. Con linda vista al lago, desde aquí zarpa diariamente la barcaza que conduce a la isla Huapi, habitada por comunidades huilliche. Entre los atractivos de esta isla se cuentan las visitas a la llamada Piedra Bruja, las cuevas de Weichafe y el cerro Tren Treng, entre otros. Más información en Oficina de Información Turística de Futrono, tel. (63) 248 2636.

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